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sábado, 11 de junio de 2011

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“EMBRIÓN, ABORTO Y PÍLDORA DEL DÍA SIGUIENTE: SUSTENTOS ANATOMOFISIOLÓGICOS, LEGALES Y BIOÉTICOS”.

tipos de abortos


TIPOS DE ABORTO

El aborto puede ser espontáneo o inducido. Los fetos expulsados con menos de 0,5 kg de peso o 20 semanas de gestación se consideran abortos.

Aborto espontáneo

Se calcula que el 25% de todos los embarazos humanos finalizan en aborto espontáneo, y tres cuartas partes de los abortos suceden en los tres primeros meses de embarazo. Algunas mujeres tienen cierta predisposición a tener abortos, y con cada aborto sucesivo disminuyen las posibilidades de que el embarazo llegue a término.
Aborto Inducido


El aborto inducido es la interrupción deliberada del embarazo mediante la extracción del feto de la cavidad uterina.

En función del periodo de gestación en el que se realiza, se emplea una u otra de las cuatro intervenciones quirúrgicas siguientes:

pequeño cuestionario

 1 "¿Cómo pueden negarle un aborto a una niña de doce años que ha sido víctima del incesto?" se queja un indignado partidario del aborto.


2 "Y como puede llamarse a usted misma una amante cristiana si puede forzar a la víctima de una violación violenta a dar a luz al hijo del violador?"
 
- Cada partidario pro-vida ha escuchado estos mismos desafíos de una forma u otra. Estas son preguntas emocionalmente cargadas, diseñadas para probar:

1) Que los partidarios pro-vida son insensibles "amantes de fetos",
2) Con una ética inconsistente, permitir el aborto para algunas circunstancias, pero no en otras.


el aborto en caso de violacion

De acuerdo a Kathleen DeZeeuw, "He sobrevivido la violación y también he criado a un hijo "concebido en una violación", me siento personalmente asaltada e insultada cada vez que escucho que el aborto debería ser legal en el caso de violación e incesto. Siento que somos usadas por los pro-aborcionistas para promover el aborto, incluso a pesar de que no nos han pedido que demos nuestra opinión.

otra opcion para embarazos no deceados la adopcion

José y yo nos casamos pensando en poder tener muchos hijos, pero mi primer embarazo se complicó por una enfermedad que los médicos llaman al inicio "preeclampsia" y cuando el proceso se agrava "eclampsia". Debido a esta enfermedad, los niños son incapaces de eliminar los tóxicos que se producen en el embarazo y se eleva mucho la tensión arterial. Yo me agravé en el octavo mes de mi embarazo y según los médicos no había muchas esperanzas de que sobreviviera, al igual que mi bebito. Y digo "bebito", pues tenía la intuición de que iba a ser un varón "igualito a su padre".
En ese estado perdí la conciencia y aunque de vez en cuando la recuperaba, volvía a perderla en cuanto me empezaban las convulsiones de nuevo. En cada uno de estos ataques se esperaba que ya no despertara más.
Ante tan pésimo estado, los médicos se reunieron y decidieron practicarme una cesárea. Era la única forma de salvar a mi niño y a mí. Me acuerdo que al entrar al quirófano me comenzó otra convulsión y que el anestesista me dijo: "¡Lucha por vivir!, ¡Lucha!" No recuerdo más. No recuperé la conciencia hasta muchas horas después.
Según me contó mi esposo, acabada la intervención, los médicos lo llamaron al quirófano para que me viera por última vez. Esta inconsciente y muy pálida. Le enseñaron también al bebé, un varón, pero le dijeron que al igual que yo tenía muy pocas posibilidades de vivir. Nos dieron 72 horas de vida; si las sobrevivíamos, sería un milagro.
Y el milagro de Dios sucedió, pues a las 72 horas recuperé la conciencia. Nunca podré olvidar la primera mirada de mi hijo. ¡Dios mío!... era igualito a su padre. Lo que angustiaba en esos momentos era el temor de que mi niño no se salvara. Lo tenían en una incubadora y era tan pequeñito..., tan indefenso... No llegaba a pesar ni 5 libras. A mí me dolía muchísimo la cabeza y el estómago; pero no me importaba sentirme tan mal, tan sólo le pedía a Dios que salvara a mi bebé.
Me inyectaron muchos medicamentos para tratar de controlarme la presión arterial. Los días pasaban y poco a poco mejoramos. Recuerdo algo que me impresionó bastante. En la misma clínica se encontraba por casualidad la matrona mayor que atendió el nacimiento de mi esposo José. Ella vino a ver a mi hijo recién nacido y cuando lo vio exclamó: "Niño que se parece al padre honra a la madre".
Eran tantos los deseos de tener más hijos, que a pesar de que sabía que corría mucho peligro, volví a quedar embarazada y a los dos años nació mi "niña bonita", Sofía. El embarazo también fue problemático, volví a enfermar de nuevo con preeclampsia, pero esta vez el tratamiento me fue mejor y me hicieron la cesárea a su debido tiempo. Sofía estuvo 33 días en la incubadora y tuvo que luchar mucho por su vida. Hoy es una linda mujer casada y con dos hijas.

testimonios sobre el aborto

La mano de Chemita
Testimonio espontáneo y muy sencillo de alguien joven que cuenta con toda franqueza su experiencia en una guardia hospitalaria. El bebito cuya diminuta manito muestra la foto, sólo sobrevivió 4 horas, pero en ese corto tiempo tocó los corazones de muchas personas.
Hola. pues este es un lado de mi que pocos conocen pero pensé que ustedes entenderían lo especial del caso...
Esta foto es de Chemita.... El sábado antepasado estaba de guardia en la Cruz Roja y llegó una niña de 17 años que seguro se había tomado algo para abortar... y dio a luz a este bebé... (no les pongo las demás fotos para que los que no son médicos no se traumen). El caso es que un amigo y yo nos quedamos cuidándolo las pocas horas que vivió... Chequeen el tamaño de sus manitas por favor... (la mano de abajo es la mía). La mamá tenía apenas ¡¡¡cuatro meses de embarazo!!! pero él ya estaba perfectamente bien formadito... uñitas, deditos, orejitas, boquita, todo...
El caso y lo padre de la situación fue que como ni siquiera lo pudimos intubar (no habia cánulas tan chiquitas ... además le podíamos tronar los pulmoncitos) entonces tuvimos que quedarnos junto a el todo el tiempo calentándolo con sábanas y lámparas y echándole aire por la boquita... Llegó un momento en que nos quedamos maravillados de la fuerza que tenía ese bebé... Créanme que cuando veíamos que su corazoncito empezaba a fallar, dejábamos de darle respiraciones para que no sufriera más... y en el momento en que le quitabamos el aire, el ritmo cardíaco volvía a subir...
¡¡¡IMPRESIONANTE!!!! Nos trajo así casi 4 horas. Después de muchos intentos, cuando lo vimos que ya estaba medio mal, lo bautizamos (sí, salió la educación religiosa cañón... Pero no podíamos dejar que alguien así, que había luchado tanto, se fuera sin un nombre, como si no hubiera pisado este mundo... Y como no sabíamos aún si era niño o niña, le pusimos Jose María... Chemita pa' los cuates...
Cuando murio, (debo confesar que lloré muchísimo) me puse a pensar en todo lo que era vivir, en todo lo que él luchó, Y caray... ¡¡¡vivió 4 horas!!! y yo a mis 21 casi 22 no he hecho un pepino, me da hueva despertar y ¡¡¡vivo getona!!!
El sábado fui con unos niños de prepa y secundaria y les puse la foto, les expliqué lo mismo que les digo a ustedes, etc... Y créanme... chequeen la cantidad de vidas (la mía, la de mi familia, mis amigos, los doctores y enfermeras de la Cruz, los chavos del sábado y ahora ustedes...) en las que ha influido chemita... ¡¡¡en 4 horas de vida!!!!
Ya quisiéramos muchos esas ansias de luchar por lo que queremos, por vivir... Pero la neta es que lo vemos como algo de todos los días, como algo que siempre pasa... y ya se nos hizo costumbre respirar, despertarnos, y no vemos lo increíble y la dicha que tenemos de poder cambiar a diario este mundo, hacer algo bueno por alguien...
IMAGINENSE LAS ENORMES GANAS QUE TENIA ESE CHIQUITO DE SOBREVIVIR.. Así que neto, luchen a diario por lo que quieren y acuérdense de esto en las mañanas y cuando tengamos más flojera que nunca...
Se me hizo padre contarles esta experiencia, creo que vale muchísimo la pena... y pues si quieren o así... denle forward... a ver en cuantas vidas puede seguir influyendo alguien que vivió ¡¡¡4 horas!...
Recibido de Provida Sonora (México): Red Familia
www.educacionfamiliar.org.mx/redfamilia/index.html

 
Nota: Este texto fue tomado de Novedades Fluvium. Para suscribirse a  este excelente servicio informativo visite su website : http://www.fluvium.org/textos/novedades.htm.

Testimonio de Sara Smith
Sara Smith y su Mamá Betty
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Sara Smith tiene 23 años y quiere vivir la vida a 100 por hora. Hacerlo todo dos veces, hacer que el día tenga, ojalá, 48 horas. Decidió vivir así cuando supo que su madre se había practicado un aborto estando embarazada de ella y de un hermano gemelo. Ese hermano no sobrevivió y Sara siente que es su deber compartir con él el increíble milagro de ser una sobreviviente del aborto.
Sara: "Los dos estábamos en un útero pequeño que fue raspado de arriba a abajo. Le quitaron la vida y yo todavía seguía ahí dentro. Perdí casi todo el líquido amniótico, pero seguía viva. Varias semanas después pude patear el vientre de mi madre y ella me sintió y decidió no practicarse un segundo aborto, decidió darme la vida."
Betty Smith, madre de Sara: "Todo lo que yo sabía es que había sentido a esa niña moverse, tal vez eran sus brazos o sus costillas, pero era una vida, estaba viva, era una persona viva. Y cuándo el médico se ofreció para abortarla, dije que no, con la misma fuerza con que la primera vez había dicho que sí. Estaba viva era una vida y nada iba a detenerla."
Sara nació prematura, con las piernas cruzadas sobre el pecho y las caderas dislocadas, vivió en hospitales hasta los dos años y medio y antes de sus 14 años ya la habían operado treinta veces. Fueron los primeros capítulos de una historia increíble, vividos en el silencio inquietante que todavía inspiran en muchos médicos sus recuerdos y sus miradas. Sus ojos son de algún modo la mirada de 18 millones de niños que han muerto antes de nacer desde que se legalizó el aborto en los Estados Unidos. Su historia es la historia que para otros no pudo ser, en este país donde lamentablemente está permitido abortar desde los primeros días del embarazo hasta un minuto antes del parto. Un país de familias pequeñas, donde tener muchos hijos puede llegar a ser mal visto, donde un sexto embarazo, como el que afrontó la madre de Sara, puede llevar a una decisión que nunca antes pasó por su mente.
La madre de Sara: "Me habían dicho que era muy egoísta, que era como una coneja, que maltrataba a mis hijos, que estaba quitándoles oportunidades a otros niños, que estaba desequilibrando al mundo por tener tantos hijos. Se burlaban de mí y cuando venían las esposas de otros amigos a la casa, y mis hijos se despertaban de la siesta, ellas decían: 'Miren, aquí vienen los conejitos saliendo de su madriguera', y eso me daba pena, y algo se desencadenó en mí esa noche. Todavía lo recuerdo y formulé un decidido voto: 'Nunca tendré otro niño'. Cuando le dije a mi esposo que quería practicarme un aborto, él no me respondió nada; fijé la cita, él me llevó al hospital y se fue a la casa. Yo pasé la noche allí y me practicaron el aborto al otro día.
El aborto fue rápido, el médico reconoció los restos de un feto y dio por terminada su tarea, era el cuerpo del hermano de Sara, hoy lo recuerdan con una lápida sobre una tumba vacía.

casos de aborto

El caso de la bebita Ana Rosa Rodríguez - el carnicero de la avenida "A", por Magaly Llaguno
Así le llaman al abortero de Nueva York, Abu Hayat, quien mutiló a una bebita de ocho meses de concebida, mientras intentaba matarla. La niña Ana Rosa Rodríguez, sobrevivió el aborto a pesar de que pesaba solo tres libras y media y de que el abortero le había arrancado su brazo derecho. La bebita es preciosa, normal en todos los demás aspectos y sonríe con facilidad. Su madre Rosa Rodríguez, de veinte años de edad, declaró llorando que le informó al médico abortero que había cambiado de idea, y que ya no quería abortar. Sin embargo, éste le dijo que tenía que hacerlo, la inyectó y le practicó el aborto de todos modos.
El "Dr." Hayat le cobró a la señorita Rodríguez $l,000.00 en efectivo por el aborto, y retuvo su tarjeta de residencia, su pasaporte y algunas prendas como colateral por los otros $500.00. Al despertar de la anestesia después del aborto, las ropas de Rosa estaban empapadas en sangre y aún así la enviaron a su casa, diciéndole que volviera al otro día. Esa noche se le presentaron dolores intensos y tuvo que ser ingresada en el hospital, donde dió a luz a su hijita mutilada. Rosa había obtenido el teléfono del abortero en el periodico hispano El Diario de Nueva York.
El Dr. Hayat fue acusado por las autoridades de practicar un aborto ilegal (después de las 24 semanas de gestación), y su licencia fue revocada debido a éste y otros siete casos:
  • La muerte en septiembre de l990 de una joven de l7 años, como resultado de la perforación del útero durante un aborto.
  • El aborto incompleto a una mujer el pasado mes de marzo, debido a que el esposo de esta no podía pagar los $500.00 adicionales por el procedimiento. La mujer más tarde abortó espontáneamente debido a la infección que contrajo.
  • Un caso en el que le dejó partes del cráneo del feto en el útero a una mujer después del aborto, los cuales tuvieron que ser removidos tres semanas mas tarde.
  • Según las autoridades es culpable de asalto sexual perpetrado en octubre de l990 en una paciente.